Los intercambiadores de calor se utilizan en muchas industrias, como la de alimentos y bebidas, la farmacéutica y muchos campos como los procesos químicos, etc. Como tal, su rendimiento determina el rendimiento general y el costo de estos procedimientos. En cuanto a los intercambiadores de calor, algunas de las pérdidas, incluso a un nivel elevado, tienen su origen en la suciedad que puede producirse con el tiempo y que deposita diversos materiales como incrustaciones, barro, películas aceitosas, etc. La acumulación de estos reducirá en gran medida el rendimiento hasta un nivel que hará que la eficiencia disminuya y el sistema o el equipo sufran tiempos de inactividad no planificados. Los sistemas de limpieza in situ (CIP) son ahora una de las mejores soluciones para abordar estos problemas y, en este artículo, explicaremos qué es la limpieza CIP de intercambiadores de calor y cómo ayuda a evitar varios tipos de problemas en los intercambiadores de calor.
Beneficios del CIP
Limpieza sin necesidad de desmontar ni desarmar el equipo.
Esta es posiblemente una de las principales ventajas de los sistemas CIP: limpiar los intercambiadores de calor sin tener que abrir necesariamente el sistema. Los procedimientos convencionales de limpieza transversal incluyen la extracción de cada pieza del equipo; los procedimientos posteriores de lavado y reinstalación también son completamente manuales. Esto no solo genera un mayor tiempo fuera de servicio, sino que también ofrece un gran potencial de aumento de errores humanos que solo sirven para prolongar el proceso de producción.
Por otro lado, los sistemas CIP son sistemas que limpian el equipo en el lugar y sin la intervención humana. Este enfoque no invasivo permite una frecuencia de limpieza normal y eficiente para realizar diferentes limpiezas sin detener la producción. Los sistemas CIP ayudan a controlar las condiciones ambientales alrededor del intercambiador de calor para proporcionar una limpieza constante y evitar la corrosión y el desgaste prematuro del equipo.
Reemisión eficiente de incrustaciones, lodo y otros depósitos aceitosos
El uso de cualquier técnica de limpieza está determinado por la capacidad del proceso para eliminar toda la suciedad y sus residuos. Los intercambiadores de calor en particular son vulnerables a depósitos de varios tipos, como eflorescencias provenientes del agua dura, el barro, el aceite, etc., de diversos fluidos de proceso. Estos depósitos dificultan la eficiencia de la transferencia de calor, aumentan el consumo de energía y pueden provocar fallas en el equipo durante su uso.
Los sistemas CIP proporcionan una dosificación precisa y selectiva de la solución para eliminar aquellos depósitos difíciles de disolver. De este modo, con la ayuda de la circulación de agentes especiales como soluciones de limpieza a través de un intercambiador de calor, se limpian de forma positiva todas las superficies de trabajo de los sistemas CIP y se elimina cualquier formación. Este nivel de precisión de limpieza no solo mejora la eficacia del intercambiador de calor, sino que también ayuda a evitar nuevas formaciones previsibles de la capa de suciedad y, por lo tanto, prolonga los períodos entre los trabajos de limpieza.
Reducción de tiempos de inactividad y costos laborales
Cada período de inactividad en cualquier operación industrial dentro de un marco de estimación de costos se considera un desperdicio y, por lo tanto, aumenta el costo por encima de la producción. En el pasado, los sistemas de limpieza más antiguos tenían un efecto adverso en la producción porque eran equipos muy sucios y requerían mucha mano de obra. Por este motivo, los sistemas CIP son muy fáciles de limpiar, requieren menos tiempo para limpiarlos y ahorran una gran cantidad de mano de obra.
La limpieza automatizada durante un periodo de mantenimiento que incluya CIP puede ser útil, sin embargo, si la repetición del mismo sistema dentro de la línea de producción lo permite, los procesos pueden llevarse a cabo incluso mientras los sistemas están en funcionamiento. Esto permite ahorrar tiempos de limpieza y no tener que hacer una parada completa. Además, reduce la necesidad de limpieza manual, lo que disminuye el costo operativo y el riesgo de errores.
Conclusión
Los sistemas de limpieza CIP de intercambiadores de calor han sido durante mucho tiempo soluciones perfectas para las pérdidas de eficiencia de los intercambiadores de calor y los problemas de expansión que han sido un desafío en la industria de generación de energía durante mucho tiempo. Además de ofrecer limpiezas no invasivas que no requieren desmantelar el equipo y eliminar fácilmente la mayoría de los depósitos insolubles de incrustaciones, y reducir drásticamente el tiempo de inactividad del equipo y las horas de trabajo necesarias para ponerlo en funcionamiento nuevamente, estos sistemas mejoran la eficiencia operativa general y la confiabilidad de los procesos.
En los entornos de trabajo, estos sistemas se suelen incorporar a los programas habituales, lo que aumenta enormemente la probabilidad de tener los intercambiadores de calor listos en el estado correcto cuando se los necesita para realizar un trabajo productivo durante el proceso de fabricación. Con el lanzamiento de industrias orientadas a lograr una mayor eficiencia y una reducción de los costos operativos, es seguro asumir la predicción de que el uso de sistemas CIP para la limpieza de intercambiadores de calor será la norma junto con retornos tangibles de las inversiones no muy lejanos.